jueves, 4 de agosto de 2016

¿Chico malo y chica buena?


Podría tardar horas nombrando una mínima parte de todas las novelas de amor adolescente que narran la historia de un chico malo y una chica buena. Es un tópico tan típico que cansa. En un principio me pareció bonito, incluso pensé que sería genial vivir una historia así. Ahora mismo, sin embargo, me percato de cuan estúpida fui.

Empiezo con los más importante: nos han manipulado. ¿Cuántas personas han rechazado a un buen chico simplemente porque es feo, marginado, callado o raro? ¿Cuántas personas han rechazado a una chica por tener más personalidad que nadie, por ser gorda, por tener granos, por ser rebelde? ¿A caso no podemos decidir con quién queremos pasar el resto de nuestra vida sin vernos manipulados por la superficialidad?

Está bien disfrutar de una novela con este tópico. Está bien fantasear con encontrar un chico malo que cambie por nosotros. Está bien porque no es real. El problema empieza cuando dejamos a un lado al chico que de verdad vale la pena por el rebelde del pasillo que apenas nos mira. Debemos separar la realidad de la ficción. Las probabilidades de poder cambiar a un chico problemático son mínimas. La mayoría de las relaciones que se basan en eso acaban en ruptura por una razón: si de verdad quisieras al chico, no querrías cambiarlo. Muchas chicas viven la adolescencia entre malas compañías. Creen que perder la virginidad con el chico que hace suspirar a todas, es el inicio de una preciosa historia de amor. Pero no es así. Es tan terrible que aún existan chicas que buscan este tipo de momentos y chicos que se aprovechen de esto mismo.

Creo que lo peor de todo es que es rara la persona que no haya pasado por algo así. Si no es enamorarse de un rebelde que apenas nos habla, es rechazar a un buen chico por ser un marginado o mentir a nuestros familiares por salir con el grupo de chicos que pronto te meterá en un follón o entrar en una relación con el pensamiento de poder cambiar a la otra persona.

El amor es cosa de dos. El amor es algo que vale la pena vivir completamente. No podemos enamorarnos de la persona que tenemos delante, sabiendo que pronto conseguiremos cambiarlo. Si tú novio es marginado, no trates de convertirlo en un rebelde. Si tu novia es gorda, no la obligues a hacer dieta para que se parezca a las modelos de revista. Si tu amiga quiere acostarse con un chico que sabes que no está enamorado de ella, no dejes que salga de noche con él. Si tu amigo quiere jugar con el corazón de alguien, no lo permitas.

Es triste que la mayor parte de las editoriales solo acepten novelas juveniles que se basan en este tipo de relación. Necesitamos novelas realistas, parejas normales y adolescentes fieles a sus sentimientos. ¿Cuántas libros tratan de una pareja de marginados? ¿Cuántos personajes luchan por enamorar al chico o chica gorda de su clase? ¿Cuántas historias de amor son tratan de relaciones sanas?

¿Por qué no empezamos a romper estos estereotipos irreales y comenzamos a contar historias realistas de amor? Yo estaría encantada de leerlas.

Espero que cambiemos de una vez por toda este tópico.




Eleanor y Park




INFORMACIÓN GENERAL:

432 páginas
Escrita po Rainbow Rowell
Editorial: Alfaguara


RESEÑA

Lo que en un principio se presentaba como una novela cursi se convirtió en una de mis novelas favoritas. En ella, encontramos una pareja poco convencional cuyos rasgos físicos no suelen encajar en el mundo real. No porque no deban, sino porque somos unos superficiales. La dulzura de los personajes, sus pensamientos, la familia de ambos, sus problemas y su modo de conocer el amor han hecho que esta obra sea perfecta para una tarde tranquila. 

Es genial, para ser sincera.

Eleanor es una chica cuya vida no es fácil. Tiene problemas con el novio de su madre, duerme en una habitación diminuta y apenas puede permitirse comprar colonia de verdad. Cuando llega de nuevo a su casa y tiene que empezar en un nuevo instituto cree que todo le va a salir mal pero pronto conoce a Park, un chico con rasgos asiáticos que encuentra en ella algo más que curvas. 
Park es un chico dulce, tranquila e inocente. Trata de ser un buen hijo mientras disfruta de la compañía de Eleanor en el autobús del instituto. Sus increíble gusto musical, su colección de comics y el amor con el que trata a la chica pelirroja que se sienta con ella en el autobús, convierten a este personaje en uno demasiado dulce.

Lo que más me ha gustado de estos dos adolescentes es que no es para nada una relación típica. No es una pareja común de los libros de hoy en día y eso hace que sea tan adorable y perfecta.

La autora hace que nos metamos en la piel de ambos. Nos da la oportunidad de enamorarnos poco a poco y de experimentar dolor, alegría y amor. No todo es de color de rosa, por supuesto. Hoy en día es complicado encontrar una vida totalmente rosa, pero la relación de estos dos adolescentes puede con cualquier problema.

O no.

Me ha gustado todo, incluso el final. Muchos no lo han entendido pero en mi opinión es totalmente maduro. Es más, creo que fue lo mejor que podría haber ocurrido. No es justo sufrir por personas externas ni llevar con nosotros a personas que están mejor fuera. 

Me ha parecido precioso. Es más, lo he recomendado tantas veces que me parece increíble que aún hayan personas que no lo han leído. Es muy rápida de leer, fresca y divertida. No existen escusas para no gastar una tarde de verano con esta lectura.

Para mí es muy importante romper con los esquemas. No es justo hacer creer a niñas pequeñas que deben buscar un príncipe para ser feliz al igual que tampoco es normal que miremos mal al chico que decide besar a una chica más alta que él y con obesidad. Tenemos que romper con los estúpidos prototipos y esto es un claro ejemplo. 

La recomiendo totalmente si estás cansado o cansada de leer las típicas historias de amor adolescentes que son tan superficiales e irreales que ya cansan.

Así que sí, esta novela vale la pena.




Puntuación final: 9

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